Lo primero es sacar del frigorífico el entrecote. Si puedes una hora antes, pero si en vez de eso son ocho horas antes, muchísimo mejor. La carne estará a temperatura ambiente y con toda lógica, en interior también. Y no te preocupes, no le pasa nada, la tapas con un trapito limpio y asunto resuelto.

Mientras tanto vamos a asar los piquillos en una rabanera/bandeja con el agua, y el aceite. 150ºC durante por lo menos una hora. Lo pasamos a un vaso triturador y le añadimos la sal, el azúcar y el Aceite de Oliva Virgen Extra. Triturar. Quedará un pure muy espeso. Reservar.

Pelar la patata y hacer láminas con el mismo pelador. Ordenarlas y juntas pasarlas por la sartén con algo, poco, de aceite, hasta dorar.

En esa misma sartén hacer el entrecote al punto que decidas, medio, poco, muy hecho, este último ni se te ocurra porque a pesar de ser una carne muy buena la convertirás en una autentica suela de zapato.