Situado en San Just Desvern, un municipio en el área metropolitana de Barcelona, encontramos el Restaurante “La Bonaigua”, un obrador familiar y tradicional con una visión actual y una cocina basada en la búsqueda de producto fresco y de temporada. Destaca por la impresionante oferta de carnes, por el pescado elegido cada día en el mercado, por los arroces al estilo alicantino, por las verduras de estación, por los postres… en definitiva, por todo.
Lo inauguran en 1990 Paco e Inma, junto con su hija Sonia y su yerno David. Durante 25 años funciona a la perfección con el menú diario y el de fin de semana. Hace 3 años se incorpora Víctor (nieto de los primeros e hijo de los segundos). Con una formación más técnica, ya que ha estudiado en una de las mejores escuelas de cocina (CETT) y tras su paso por El Celler de Can Roca y Quique Dacosta, da un giro a la carta aportando frescura y un punto de innovación, pero respetando siempre la esencia de cocina tradicional con el que fue fundado La Bonaigua.
También se da un paso importante en el restaurante cambiando la imagen de la sala y equipando la cocina con las herramientas necesarias para dar un salto de calidad: se incorpora un abatidor de temperatura, nuevas cámaras, fuegos, hornos, deshidratadoras, etc.
Como resultado de esta convivencia de conocimientos, tradicional y moderno, conservador y atrevido, surge un templo de la cocina que está dando y que dará mucho que hablar. Allí, Sonia y Víctor, madre e hijo, lideran la cocina, mientras David, marido y padre, se encarga de la sala. Nada sabe más rico que cuando se ha cocinado con cariño. En este caso, con el cariño de una familia que bien sabe lo que hace.
La carta: Wagyu o menú a 12.50 € con producto fresco del mercado
De lunes a viernes ofrecen un menú sencillo y de calidad a 12.50 €. Los platos varían según la oferta del mercado. El fin de semana tienen un menú más elaborado a 25.00 €. Y, por su puesto, siempre tienen a disposición del cliente una carta impresionante donde destacar la ventresca de atún rojo del Mediterráneo, anchoas del cantábrico, arroces al estilo alicantino, un apartado de carnes selectas, unas patatas bravas de campeonato… e incontables e indescriptibles e insuperables postres.
La carne
“Una de las cosas que más me apasiona de la carne, en especial de la chuleta, es que es algo familiar, que se comparte con la gente que uno desea, que uno quiere. Y que si está bien cocinada está para morirse, claro.” Víctor – Cocinero de La Bonaigua.
En esta nueva etapa han querido ir de la mano de carnes que dejen recuerdo, en especial de la Chuleta Premium Guikar, que poco a poco se está convirtiendo en un referente y en un motivo de visita al restaurante.
El modo de cocinado es perfecto, igual que el de los mejores asadores de San Sebastián. Atemperado hasta los 30 grados aproximadamente. Después bien sellado y cocinado hasta que llegue a una temperatura interior de 45/48 grados en el centro. Cortado y bien presentado como marcan los cánones. Acompañado de patatas fritas y pimientos del piquillo o padrón al gusto del cliente. Muy difícil de mejorar.
También tienen un apartado de sugerencias donde incorporan otras carnes como Wagyu de Australia (rabo, sobrecostilla, picaña, solomillo inglés, lomo bajo) o Angus.
El pescado
En el abanico de pescados destacamos la Ventresca de Balfegó, considerado uno de los mejores atunes del mundo. Se presenta marinada con un suave escabeche y marcada a la brasa. Una vez más, la guarnición es de temporada (espárragos, alcachofa…). El resultado es espectacular. Otro motivo por el que este restaurante debería aparecer como visita obligatoria en todas las guías.
“Trabajamos todos los días con pescado fresco del mercado que me encargo de ir a seleccionar, tanto para el menú de 12€, como para el de 24€, y para las sugerencias, donde se puede encontrar pescado salvaje (rodaballo a la brasa, mero, corvina, etc.)”. Víctor – Cocinero de La Bonaigua.
En temporada también se puede degustar langosta o la sabrosísima gamba de Palamós.
Arroces
“Es otro punto fuerte del restaurante. Tuve obsesión por conseguir los mejores arroces de la zona, tanto en cocción como en sabor. Un arroz que se pareciera a los de Alicante, cocinado en una paella ancha, y muy fino, consiguiendo así que el arroz no se pase, que quede al dente y suelto. La clave: un buen fumet, buen sofrito, buen arroz, nacararlo bien en una paella grande y sobre todo, mucho mimo”.
Recomendaciones
Primordial, hacer una “pica pica” donde probar sus premiadas Patatas Bravas, los caracoles, las croquetas de la abuela, el steak tartar de solomillo de Guikar y las sugerencias (que siempre tienen cosas muy interesantes). Y de segundo, o un buen arroz a banda, o la Chuleta Premium o un pescado fresco. Consejo personal, hay que venir bastantes veces para probarlo todo porque no hay un plato que no merezca la pena.
Postres
Una buena comida siempre tiene que acabar con un buen postre. Es la nota final que armoniza toda la melodía o que puede echarla al traste. Como os podéis imaginar, en La Bonaigua solo hay sitio para la armonía. La carta de postres, diseñada por Antonella, varía cada semana. Solo sobreviven los que más triunfan como la crema catalana (postre estrella), el mousse de mascarpone con fresas en su jugo, el granizado de fresa natural, los merenguitos crujientes en la deshidratadora, albahaca y lima… como no puede ser de otra manera cada uno de los ingredientes de los postres son de elaboración propia.
Ticket medio
35-45€
Si quieres conocer un poco más sobre este restaurante familiar puedes visitar sus redes sociales donde también se desenvuelven con maestría. Mención especial para Instagram donde publican fotos de sus creaciones.
https://www.instagram.com/labonaigua/